Croquetas de pollo

Croquetas de pollo

Ingredientes.

4 Esqueletos de pollo

2 Muslos de pollo

1 Cebolla

8 huevos

Pan Rallado

Mantequilla

Pimienta negra molida

Nuez moscada

Harina

Laurel

Sal

Preparación:

En una olla grande añadiremos los Esqueletos de pollo,(carcasas de pollo), los dos muslo de pollo laurel , y pondremos al fuego fuerte unos 45 minutos aproximadamente.

Una vez que tengamos el pollo cocido, sacamos y dejamos enfriar y reservamos el caldo.

Ya frio el pollo desmenuzamos el pollo procurando que no caiga nada de huesos, y ya limpio de huesoso los picamos bien picado todo. Y reservamos.

Pelamos la cebolla y la picamos bien picada.

Preparamos una bandeja con harina, otra bandeja con pan rallado, y un plato hondo con los huevos batidos y reservamos.

Elaboración:

En una olla grande añadiremos la mantequilla, y la cebolla picada y dejamos que se poche la cebolla en la mantequilla, una vez pochada, añadiremos poco a poco harina, y iremos moviéndolo sin para con la varilla, cuando coja el cuerpo la mantequilla con la harina que veamos que ya se hace un pelote, añadiremos poco a poco caldo de pollo, y no dejaremos de mover todo. Cuando veamos que la masa está un poco suelta, añadiremos el pollo troceado, y moveremos bien, la masa debe de queda compacta, para poder hacer las croquetas mejor.

Una vez terminada la masa (bechamel) dejaremos que enfrié en una bandeja.

Ya fría la masa nos pondremos a hacer las croquetas del tamaño que más nos guste a cada uno, yo las prefiero pequeñas.

Ya empezamos a hacer las croquetas las pasamos por la harina de la harina al huevo y del huevo al pan rallado, y las colocaremos en una bandeja con el fondo tapado de pan rallado para evitar que se nos pegue en el congelador.

Nota.

Se puede añadir si se quiere jamón serrano picado en la masa, y serian albóndigas de pollo con jamón serrano.

La masa se puede hacer con el mismo caldo de pollo, o con leche o con albos como mejor quiera uno.

El sistema de la croquetas es el pavo, de carne, como más le guste a uno.

"El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca."